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Gimnasia facial, ¿tu cara hace ejercicio?

Con cinco minutos al día (como mínimo) de gimnasia facial conseguirás un rostro más anguloso y una piel más firme, ¿te apuntas?
No sólo las piernas necesitan movimiento para estar perfectos, el rostro también agradece y mucho los ejercicios faciales.
En dos meses de gimnasia facial (siendo constante), puedes notar grandes resultados.
Olvídate del quirófano, apúntate a las muecas y a mover los músculos de la cara.
Al mover los músculos de la cara, éstos van tomando más volumen y se tensan.
Los resultados son un rostro más estirado de manera natural.

En el rostro hay cincuenta y siete músculos faciales que nunca se ejercitan, se mueven claro pero con eso no conseguimos resultados.
La Gimnasia Facial nos va a permitir esculpirlos, fortalecerlos y engordarlos, se puede por ejemplo dar volumen a los labios.
¿Cuándo empezar a hacer gimnasia facial?
Pues en realidad no hay una edad ideal, si la empiezas a realizar pronto previenes los efectos del paso del tiempo.
Si empiezas a partir de los 25-30 años, nos va a ayudar a reparar las zonas del rostro que se hayan ido deteriorando.
Se ha demostrado además que es muy eficaz en casos de parálisis facial, en cicatrices y en casos de cirugías estéticas con malos resultados.

¿Qué beneficios vas a tener si haces ejercicios faciales?
Muchos, vas a notar muchos por una razón muy sencilla.
Los músculos del rostro son más pequeños y delgados que los del resto del cuerpo con lo cual los resultados son más rápidos y se notan más.
Si eres constante y dedicas diez minutillos diarios a la gimnasia facial puedes empezar a notar cambios a los dos meses, estos son algunos de ellos:

• Mejillas más prominentes.
• Evita la flacidez y aumenta la elasticidad de la piel.
• Mitiga y en algunas ocasiones borra las arrugas.
• Ayuda a recuperar la tersura de la piel.
• Aumenta el grosor de los labios.

¿Quieres conocer algunos ejercicios?

Hay miles pero si quieres ir probando estos te van a venir muy bien:
Ojos:
Sube las cejas lo máximo que puedas, coloca tres dedos entre las sienes y el extremo de los ojos y presiona (no estires ni desplaces la piel), ahora intenta juntar los dos parpados, cuenta hasta cinco, abre los ojos lentamente. Repite este ejercicio cinco veces.
Labios:
Introduce los pulgares debajo del labio superior, entre la mucosa y la encía con las uñas mirando hacia la encía pero sin apoyarse en ella, presiona el labio superior contra los pulgares y los pulgares contra los labios (suave), realiza unas diez presiones.
Papada:
Cierra la mano y colócala debajo de la mandíbula inferior presionando con el puño hacia arriba, intenta abrir la boca con fuerza pero sin ser agresiva y sin soltar la presión del puño, aguanta siete segundos y repite el ejercicio tres veces.