Factores a tener en cuenta a la hora de comprar una crema
Lo reconozco, yo me siento feliz al comprar un nuevo producto de belleza (si estás leyendo esto probablemente nosotr@s también), sin embargo a veces realizamos nuestras compras sin reflexionar sobre lo que realmente necesitamos, y cuando nos damos cuenta tenemos nuestro neceser con un montón de productos que no nos terminan de gustar o que no van bien con nuestro tipo de piel. Para intentar que esto no pase, hoy quiero hablarles de los principales factores a tener en cuenta a la hora de comprar una crema.
Conocer nuestra piel
Una vez le pregunté a una amiga cómo era su piel. De inmediato me
respondió que "grasa", aún así se le notaban ciertas imperfecciones en
las mejillas (con el maquillaje puesto); le pregunté que si notaba
tirantez en las mejillas si no se ponía crema y me respondió que sí...
siendo esto un indicador de que su piel puede ser mixta. Todas las
cremas que compraba eran para pieles grasas, por lo que no estaba
acertando a la hora de elegir ciertos productos. Una forma de comprobar nuestro tipo de piel es esta: por la noche
desmaquillaros, limpiarla y observarla una hora después sin aplicar
absolutamente nada, así podrás ver exactamente si sientes tiranteces
(sequedad), grasa y zonas con brillos o normal. Esto nos ayudará a
conocer mejor nuestra piel y a seleccionar los productos más adecuados.
No sobrevalorar la publicidad
Siempre sospecho de los spots que me prometen tener la piel "como nueva"
en cuestión de horas (en realidad sólo un buen cóctel de siliconas que
me taponen los poros puede lograr que mi piel se vea tersa y
aterciopelada al momento... aceptémoslo, los milagros no existen), o de
las campañas de cremas antiedad en las que aparecen
veinteañeras. Debemos valorar los anuncios publicitarios en su justa
medida. La publicidad nos ayuda a conocer nuevos productos y sus
principales características, pero no debe ser la piedra angular a la
hora de tomar una decisión.
Hay que tener en cuenta que hay ciertos factores que pueden afectar al funcionamiento normal de la piel, como son los ciclos hormonales, la toma de medicamentos, el nivel de contaminación a la que nos vemos expuestos o las estaciones. Algunas
veces utilizamos una crema porque nos gusta su aroma, o porque es "la
de toda la vida", y no nos fijamos en como reacciona la piel con cada
una de ellas... debemos aprender a "escuchar" nuestra piel y a aceptar
que tiene momentos en los que no le va bien los productos que usamos con
normalidad o que necesitan un "extra" de mimos.
Investigar sobre la composición de los productos
Este es un punto que afecta más a quienes tienen una piel sensible. En
mi caso, tengo piel mixta a grasa, pero descubrí que tengo alergia a ciertas
siliconas gracias a leer los envases, investigar en internet acerca de sus efectos y a observar la reacción de mi piel con lo que me aplicaba. Ha sido un ejercicio de años pero que gracias a él he conseguido tener más controlado el estado de mi piel.
Probar antes de comprar
Es muy importante intentar probar los productos antes de comprarlos.
Muchas veces es difícil conseguir muestras, ya que en algunos casos no
tienen disponibilidad o en otros la marca no provee en ese formato. Sin
embargo, si logramos conseguirlas nos ayudarán a realizar una primera
toma de contacto con el producto y podremos comprobar si por lo menos
nos funciona bien a corto plazo.
No dejarse llevar por el precio
Personalmente creo que no necesariamente la crema más cara es la mejor,
ni que da igual una de éstas que una de dos euros. Simplemente tened
presente estos puntos:
- Los ingredientes de "relleno" son los más baratos.
- Un producto puede tener en su etiqueta la frase "crema de caviar" aunque sólo lo incluya en su composición en un 0.0001%
- La investigación y desarrollo de un producto es muy costosa.
- La publicidad también lo es (a veces incluso se invierta más en este punto que en el anterior).
El apellido "natural" no significa "mejor"
Los productos naturales o con componentes procedentes de agricultura biológica son una opción más que tenemos que tener en cuenta, pero esto no implica que sean mejores que otras cremas; hay componentes sintéticos que son beneficiosos para ciertos problemas que presenta la piel, por lo que para cada caso lo principal es revisar los componentes que contiene cada producto.
Buscar otras opiniones
Gracias a recomendaciones de otras personas o reviews de blogs podemos encontrar verdaderos tesoros. Desde que me encontré con este mundo como lectora descubrí que podía obtener mucha información de las opiniones de personas con mis mismos problemas e inquietudes. Está claro que cada piel es un mundo y que lo que le va de maravilla a otras personas puede que a ti no, pero el leer lo que otras personas piensan de un determinado producto es un buen punto de partida.
Como siempre, esto simplemente es un llamado a la reflexión. No soy una experta en la materia y todo lo que les cuento aquí es el resultado de mi experiencia como consumidora de muchos, muchos, productos cosméticos, así que los invito a que me cuenten su opinión al respecto.
¿Sueles comprar con la razón o con el corazón?
Que tengn un inicio de semana estupendo y muchas gracias por leerme!
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